El FC Cartagena de Paco López tiene el dudoso honor de ser, junto al Sporting de Gigón que entrena Preciado, el único equipo de los 42 que conforman la Liga de Fútbol Profesional –además de los 80 que forman la Segunda División B- que todavía no ha sumado ni un solo punto en las cuatro jornadas que hasta ahora se llevan disputadas. Esto, sumado a que es el equipo que más goles recibe de toda la LFP sitúa a Paco López en una situación más que comprometida de cara a la semana que está por comenzar.
Conociendo a Paco Gómez no sería de extrañar que la cabeza del entrenador sea guillotinada esta misma semana. Lo que me genera más dudas es la predisposición del presidente para gastar dinero en traer un entrenador de garantías. Tengo la impresión de que no está muy por la labor en hacer el desembolso económico necesario para arreglar este desaguisado, dando por hecho que (más pronto que tarde) Paco López va a dejar de ser el entrenador del FC Cartagena.
Pero, ¿es realmente el entrenador lo que falla en este Cartagena?, ¿es Paco López el culpable de que el equipo no haya estrenado a estas alturas su casillero de puntos? Sinceramente creo que la respuesta es no. Pienso que a este equipo le falta tiempo para conjuntarse, que la moral del conjunto y la confianza de los jugadores en sí mismos se está viendo mermada a medida que avanzan las jornadas, que este equipo está a medio hacer. Me sigue faltando un jugador que sea capaz de levantar la cabeza, con templanza, y jugar la pelota con criterio. Y lo más importante, me sigue faltando un delantero, un hombre gol, ese delantero que todos -hasta los poco entendidos en fútbol- reclamábamos desde la pretemporada y al que, desde el club, se ha estado haciendo oídos sordos una y otra vez.
Pues eso, que dicen que lo barato sale caro, por eso ahora al Cartagena le va a costar despegar, y Dios quiera que al final lo consiga. Será bueno para todos los que amamos a este club. Es una triste pena mirar la clasificación y ver la situación en la que se encuentra el equipo. Es triste también que la campaña de abonos haya sido un fracaso, una vez más, y de que desde el club no hayan hecho nada por tratar de remediarlo. Triste es que las camisetas sigan sin lucir el logo del Teatro Romano, yo personalmente no me voy a comprar la camiseta con el logo de las bodegas en el pecho (si es que alguna vez se deciden a ponerlas en venta).
En definitiva, cuando no se trabaja con seriedad suelen suceder estas cosas. Lo raro fue lo bien que salió todo en lo deportivo un par de años atrás, pero el tiempo pone a cada uno en el lugar que se merece y esto que está ocurriendo, por desgracia, se veía venir. Seguramente saldremos de esta y estas cuatro primeras jornadas quedarán como una anécdota, de corazón deseo que así sea, pero me temo que esta temporada nos va a tocar sufrir, eso también forma parte del fútbol...