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El primer paso está dado, y al parecer la cosa va en serio. Se ve implicación por parte de los técnicos y sobre todo se ve interés por parte de los chavales que, con ilusión, se han ido acercando -y lo seguirán haciendo- estos días a las pruebas que el club está efectuando a los diferentes jugadores de la zona que se quieran acercar a probar suerte.
Me encanta saber que se trabaja para que la ciudadanía se identifique cada día más con el club, esto arrastrará a niños y familiares a sentir un poquito más los colores del primer equipo, y esto sin lugar a dudas es bueno a todas luces.
Pero no hay que conformarse sólo con eso, hay que continuar creciendo y ahora queda asentar bien la idea, que esto funcione, que los clubes de la ciudad respondan y que, por fin, remen todos en la misma dirección por el bien de los chavales. El hecho de lograr que se lo piensen dos veces antes de emigrar a otras canteras ya sería una buena señal, señal de que aquí, en Cartagena, hay algo por lo que soñar.
Otro paso, el siguiente, debe ser la creación de un lugar en el cual tanto la cantera como el primer equipo puedan competir y entrenar, una ciudad deportiva de la que tanto se ha hablado y sobre la que tan poco se ha luchado. Una ciudad deportiva que acabaría de una vez por todas con las tristes y a veces ridículas visitas del FC Cartagena a casi todos los campos de la comarca y sus alrededores. Tal vez para eso haya que esperar a que el equipo se afiance en el fútbol profesional, tal vez, conforme se están haciendo ahora las cosas, ese momento esté cada día más próximo.