¿Porqué a nosotros?

¿Porqué a nosotros?, ¿porqué siempre es lo mismo?, ¿es que nunca vamos a tener una alegría?, ¿que hemos hecho para merecer esto?, ¿cuándo podremos sonreír?... todas estas preguntas se me vienen a la cabeza una y otra vez, no logro sacar de mi mente esos tres minutos en los que la ilusión se fue al traste una vez mas, una temporada mas.

Son ya muchos años de desilusiones, de fracasos deportivos, de problemas económicos, con el Cartagena F.C., con el Cartagonova, y ahora con el F.C. Cartagena, no se da con la tecla en lo deportivo, son ya muchos años en los que la ciudad de Cartagena no vive ninguna alegría, muchos años de desilusiones y de golpes, uno tras otro.

La parroquia cartagenera está quemada, triste, deprimida, pero esta afición siempre está ahí, al acecho, expectante, porque a poco que el equipo muestre algo, el mas mínimo atisbo de mejoría, de ilusión, la afición de Cartagena está ahí, cierto es que también se desilusiona rápido, pero es que son ya muchos golpes, y eso duele señores.

¿No hay nadie en el club que se plantee mejorar esto?, ¿cuánto tiempo estaremos así?, de verdad, con las posibilidades económicas que este equipo tiene, sería suficiente con rodearse del personal adecuado, y de dejarlo trabajar, no hace falta mas, ya pensando en la temporada que se avecina, porque para esta, no nos engañemos, está muy pero que muy difícil.

Otra temporada mas se acerca a su fin, y otra temporada mas llegamos a este final con la resignación siempre, con la esperanza de que el año que viene se puede hacer algo, de que el año que viene sea mejor, la afición sigue dormida, y cada vez mas desencantada porque pasan los años y continúan las decepciones; los que ya llevan muchos años siguiendo el fútbol ya no saben a que aferrarse, la sabia nueva que acogió este proyecto con ilusión y esperanza se va desilusionando poco a poco, arrastrado por sus mayores y por el sentir cartagenero.

Tengo la sensación de que a medida que se vaya acercando el final de la temporada, y las opciones matemáticas vayan disminuyendo, la asistencia de público al estadio irá disminuyendo de forma directamente proporcional, hasta quedar a final de temporada los 800 fieles que siempre están ahí, gane o pierda el equipo, llueve o truene, haga calor o frío, sea cual sea el inconveniente, pero estarán ahí, viendo jugar a su Cartagena, esperando en silencio a que el año que viene sea por fin el año de las alegrías, resignados a que otra vez será, imaginando lo bonito que sería vivir un ascenso de categoría, poder sonreír, y por una vez vivir en su piel lo que con envidia ven temporada tras temporada en otras aficiones, pensando en silencio en una butaca del estadio, un estadio en el que se escucha el eco de las voces de los jugadores, un estadio enmudecido temporada tras temporada, un estadio que espera también en silencio vivir algún día la alegría de un éxito deportivo.

Señores del F.C. Cartagena, ¿sería tan difícil?, ¿cuesta tanto?, en verdad es difícil dar con la tecla correcta para conseguir un ascenso, pero tengo la ligera sensación de que no se hace todo lo que se podría, y que todo se deja un poco de la mano de la suerte, tengo también muy claro que la suerte se ha de buscar, y que llegaría mas fácilmente dotando al club de una buena estructura, dotando al club de una estructura tanto deportiva como administrativa organizada y mas adecuada, conforme a lo que ha de ser un club deportivo, una estructura de la que a mi modo de ver, este club carece. Tengo la impresión (tal vez solo sea mi impresión) de que el Cartagena funciona como un club familiar, en el que uno pone el dinero y quiere tomar todas las decisiones, y dos o tres personas se reparten el resto del trabajo.

La página web del F.C. Cartagena no se actualiza, la página web del Cartagena, está en manos de personas que por motivos de trabajo o cuales sean no le pueden dedicar el tiempo que requiere, y no aparenta ser una página web oficial de un club serio.

Las equipaciones del equipo perdieron su identidad, no creo que con mala intención, pero por lo que fuere, esto ocurrió, a su vez, desde tiempos inmemorables se lleva demandando que éstas vayan personalizadas, con sus números y nombres durante toda la temporada, todos estos detalles dan sensación de club grande, y el Cartagena no lo parece; el estadio, el marcador (y la desidia de los que lo manejan), la megafonía, los aseos, la limpieza de las butacas, y todo esto sería tema a tratar a parte.

Todo esto va unido, todo debería ser tenido en cuenta por el personal del club, porque estos pequeños detalles se vuelven muy importantes a la hora de captar abonados para futuros proyectos, para enganchar a la gente, estos pequeños detalles que, al no tener el personal adecuado en la estructura del club a veces se escapan, y se dejan a un lado, así como la tienda del club que se iba a poner en marcha y al final quedó en un proyecto fallido como otros tantos.

Voy terminando, porque mi moral no está para tirar cohetes, voy terminando esperando a que esta reflexión tan personal no caiga en saco roto, y con la esperanza de que algún día pueda ver cumplido mi sueño de ver al equipo de mi ciudad, al equipo que tanto quiero, disputando partidos de la Liga de Fútbol Profesional.

Mientras esto ocurre seguiré asistiendo al estadio, sentado en mi butaca, en silencio, esperando a que este equipo le de a esta ciudad de 215.000 habitantes una alegría, pensando una y otra vez como pudo ser, como se perdió de nuevo la ilusión, ¿porqué siempre nos toca a nosotros?, ¿porqué siempre es lo mismo?, ¿qué hemos hecho para merecer esto?, ¿cuándo nos tocará sonreír?....