Han sido muchos los cambios que
han acontecido en el seno del F.C. Cartagena desde que en este blog se redactó
la última entrada relacionada con el equipo a comienzos de la pasada campaña.
Han sido varios los dueños, los presidentes, los entrenadores, los jugadores,
los empleados y los miembros del cuerpo técnico que han formado parte de esta
familia ha sido hasta la fecha el F.C. Cartagena.
Un año va a hacer ya de esa
última entrada, de esa última vez que me senté a escribir sobre fútbol. Un año
en el que, como ya he dicho, han sucedido muchas cosas.
Cuando comenzó la pasada
temporada, después del batacazo ante el Caudal de Mieres, Paco Gómez decidió
dejar de invertir en el equipo y hubo que reducir bastante el presupuesto. Con
esa idea Reverte formó una plantilla modesta, con un objetivo menos ambicioso
al de campañas anteriores. Se fichó a Luis Tevenet como técnico, que venía de
hacer muy buenos números con el UCAM y se firmó bien con poco dinero.
La temporada regular finalizó
bien, muy bien, con un Cartagena que consiguió un buen puñado de puntos que a
la postre no le sirvieron de mucho en los play offs donde, de nuevo, se toparon
con un equipo asturiano, esta vez el Real Avilés, que acabó con las ilusiones
de los albinegros a la primera de cambio.
Esto no hubiera sido noticia de no ser por la gran cantidad de acontecimientos que se sucedieron en el club durante la temporada y que hicieron vibrar (en unos casos) y temblar los cimientos de la institución (en otros). El anuncio del dueño de que se desentendía del club, la llegada fallida de Quique Pina, el nombramiento de Fran de Paula como presidente, la eliminatoria de Copa ante el F.C. Barcelona, la compraventa del club a Sporto Gol Man y los impagos a final de temporada han sido varias de las circunstancias que han hecho que esta temporada sea una de las más movidas en el club durante los últimos años.
Esto no hubiera sido noticia de no ser por la gran cantidad de acontecimientos que se sucedieron en el club durante la temporada y que hicieron vibrar (en unos casos) y temblar los cimientos de la institución (en otros). El anuncio del dueño de que se desentendía del club, la llegada fallida de Quique Pina, el nombramiento de Fran de Paula como presidente, la eliminatoria de Copa ante el F.C. Barcelona, la compraventa del club a Sporto Gol Man y los impagos a final de temporada han sido varias de las circunstancias que han hecho que esta temporada sea una de las más movidas en el club durante los últimos años.
Todo esto forma ya parte de la
historia del club, una historia que no deja de escribirse cada día que pasa,
una historia que hoy por hoy ha dado un giro de 1800 con respecto al
año pasado por estas fechas. Hay nuevos regidores del club, mucho movimiento,
caras nuevas y cambios, muchos cambios. Empezando por el dueño, que ya no es
Paco Gómez sino Javier Martínez. Pasando por el presidente, que ahora es Javier
Marco, un joven abogado valenciano de 28 años. Hasta llegar al entrenador, un uruguayo con
un currículum envidiable en su país y que viene a España con muchas ganas de
triunfar pero con la incertidumbre del que no conoce esta liga.
Se han levantado ampollas con la
salida de alguna gente del club, entre ellos Perico Arango. No soy quién para juzgar
el trabajo de Arango hasta ahora como delegado del club, no dudo de que éste
haya sido excelente, pero sí considero que los nuevos dueños están en todo su
derecho de formar al equipo de trabajo que ellos crean conveniente. También observo,
desde mi cómoda perspectiva, ciertas ganas de criticar por parte de determinados sectores de la
prensa local (y no siempre de la manera más saludable) cada uno de los
movimientos que se hacen desde el club.
Si yo tuviera dinero y comprase
un club de fútbol, sinceramente, me gustaría rodearme de la gente que yo quisiera y no
quedarme con lo que había por muy bien que lo estuvieran haciendo. Han empezado un nuevo proyecto y tienen derecho a cambiar lo que consideren oportuno para trabajar a gusto.
En el Cartagena está habiendo muchos
cambios y sólo el tiempo nos dirá si son o no acertados. Por todos es sabido
que sólo se conseguirán los objetivos si todos remamos en el mismo sentido, es
una frase muy recurrida pero no se me ocurre otra mejor para expresar esta
idea. De modo que creo que una vez que los nuevos dueños han liquidado la
deuda del año anterior merecen que les otorguemos al menos un poco de crédito,
un mínimo de margen para poder trabajar y desarrollar un proyecto que, ¿por qué no?, puede ser el que nos devuelva al
fútbol profesional.
Es cierto que un club no es nada sin
su afición, que es por la afición por la que el fútbol tiene su razón de ser. Que
es a esta difícil y adormitada afición a la que tienen que tratar de ilusionar para que, se gane o se
pierda, sientan los colores del club y se identifiquen con el escudo de la entidad.
También es cierto que este es un
proyecto nuevo y que los nuevos inversores merecen una oportunidad. La masa social está desilusionada, cada año un poco más, pero esta gente merece una
oportunidad y debemos dársela. Si no lo hacen bien ya estaremos ahí para reprochárselo
pero mientras tanto hagámoslo, rememos todos en el mismo sentido. Hagámoslo con la ilusión de aquel niño que recibe un
juguete nuevo, porque nuevo es este F.C. Cartagena. Hagámoslo por nosotros, hagámoslo porque todos juntos somos el Efesé.
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