Querido FC Cartagena:
Este fin de semana vuelvo a despedirme de ti una
vez más. Ya he perdido la cuenta de las veces en las que, por motivos de
trabajo se han separado nuestros caminos. Esta vez será sólo hasta el final de la temporada. En esta
ocasión cuando regrese serás –si Dios quiere- de nuevo equipo de la Liga de
Fútbol Profesional, de esa categoría de la que nunca te debiste marchar.
Son muchos, querido Cartagena, los momentos que
involuntariamente he dejado de vivir a tu lado en estos ya casi 20 años de idilio juntos. Idilio
que comenzó, ¿te acuerdas? en la temporada 97-98 con aquel play-off de ascenso
de Tercera a Segunda B ante el Pinoso, el Constancia y el Tortosa, que
culminaste con una goleada a este último por 8 goles a cero, qué manera de
engancharme a ti.
Fue en aquel momento, mi querido FC Cartagena (de
aquella te llamabas Cartagonova FC), en el que comenzamos a caminar de la mano,
camino en el que he estado incondicionalmente a tu lado, demostrando mi
fidelidad hacia ti, retirando mi abono casi ininterrumpidamente durante estas
19 temporadas, a pesar de haber estado más de 5 años viviendo fuera de la
ciudad.
Tan sólo el maldito dinero, la distancia y los
señores de Sporto Gol Man 2012 consiguieron que, al no haber podido retirar mi
abono una temporada, perdiera mi número de abonado que por aquel entonces era
ya el 098. Pero no importa, mi querido equipo, tú y yo sabemos los momentos que
hemos pasado juntos.
¿Recuerdas cuándo íbamos a verte al Cartagonova tan
sólo 1000 personas? Cuánto te costó, mi querido Cartagena, volver a enganchar a
los que juraron y perjuraron que jamás volverían a pisar el estadio después del
“cordobazo”. ¿Y de Luis Oliver, qué me dices de Luis Oliver? Madre mía la que se lió, hasta
tuvimos que crear la plataforma “Salvemos al Cartago” para conseguir que acabes
esa temporada.
Los comienzos con Paco Gómez tampoco fueron muy alentadores, ¿verdad? Muchos cambios, demasiados caprichos, cosas raras que al final quisieron que el destino, que es caprichoso, hiciera que vivieras una de tus mejores épocas y que la gente volviera a engancharse a ti. Nunca olvidaré aquella tarde de Alcoy, lo que vivimos aquel día en el Collao sólo tú y los 500 que estuvimos allí lo sabemos, te doy las gracias por aquel inolvidable momento.
Los comienzos con Paco Gómez tampoco fueron muy alentadores, ¿verdad? Muchos cambios, demasiados caprichos, cosas raras que al final quisieron que el destino, que es caprichoso, hiciera que vivieras una de tus mejores épocas y que la gente volviera a engancharse a ti. Nunca olvidaré aquella tarde de Alcoy, lo que vivimos aquel día en el Collao sólo tú y los 500 que estuvimos allí lo sabemos, te doy las gracias por aquel inolvidable momento.
De Sporto mejor no hablamos demasiado; lo buenos
que parecían, la verborrea que traían y lo bien que nos engañaron a todos. Y
ahora, madre mía mi querido FC Cartagena, cómo ha cambiado el cuento, ¿no es cierto? Gracias a Dios que llegaron
Belmonte, Breis y Deseado, que ya se fue, sí, pero llegó, estuvo aquí y ayudó a
poner orden y a que echaras a andar como mereces, a que disfrutes de la salud
de la que, por fortuna, hoy gozas y la que deseo que te dure muchos años más.
Hemos pasado buenos y malos momentos, hemos vivido ascensos, hemos vivido descensos, risas y llantos, tal vez más llantos que risass, pero eso, querido FC Cartagena, se lleva mejor cuando estamos
juntos. Lo que se me hace realmente difícil es sobrellevarlo en la distancia, sin poder darte ese último grito de aliento cuando me necesites, sin poder dar
esa patada –de nervios- al balón para rematar esa jugada que parece que entra, sin poder aplaudirte
tras cada balón peleado, al final de cada partido, sin poder sufrir desde mi butaca -sin hacer demasiado
ruido, es cierto, pero la procesión va por dentro-, sin poder celebrar tus
victorias y consolarte en tus derrotas.
Será este fin de semana pues, mi querido FC
Cartagena, el último día que podré ir a verte jugar esta temporada. Será este fin de
semana, mi querido Efesé, el último en el que podré disfrutar de ti, de tu ambiente, de tu magia y
de tus colores. Ojalá que consigas una victoria y puedas permanecer en lo más alto. Ojalá,
estoy seguro de que así será, que la temporada se culmine de forma que, por el
esfuerzo, sacrificio, trabajo, dedicación, pasión y cariño que has demostrado a lo largo de la misma, mereces. Ojalá y
cuando regrese estés de nuevo en Segunda División.
Te quiero FC Cartagena, te quiero con toda mi alma.
Siempre Efesé!
PD: Ponte guapo, te veo a la vuelta...
PD: Ponte guapo, te veo a la vuelta...
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