26 agosto 2018

Butaca 134 | FC Cartagena - CR Granada

Extrañas las sensaciones vividas ayer desde mi butaca del Cartagonova, sentado sobre la cual presencié un nuevo comienzo de liga del FC Cartagena en segunda división B, sí, habéis leído bien, otro largo año en segunda B. Y es que el final de la pasada temporada nos hizo a todos un daño enorme del que todavía hoy no hemos sido capaces de recuperarnos. Es inevitable que a la más mínima ocasión se nos escape eso de “nos han faltado 30 segundos”, pero no sólo nos ocurre a los aficionados, le sucede también a técnicos, jugadores y directivos cada vez que se les presenta la oportunidad.


Por eso, si somos realistas caeremos en la cuenta de que la temporada pasada fue casi perfecta. Dicho lo cual, el objetivo no deja de ser el mismo, el ascenso. Pero tampoco es menos cierto que no es necesario acabar primero para ascender. No es necesario estar toda la temporada en puestos de play off, ni siquiera comenzar ganando. Es suficiente con acabar la liga regular entre los cuatro primeros y después ser un equipo sólido y con oficio.

Pero volviendo a las extrañas sensaciones de ayer debo decir que ya cuando iba de camino al estadio me sobrevino la primera pequeña decepción al ver la alineación del equipo en redes sociales. Tuve la sensación así de un primer vistazo de que el banquillo era infinitamente más flojo que el de la pasada temporada, plagado de jóvenes y con alguna ausencia que me sorprendió sobremanera. Mi primera sorpresa fue ver a Abalo en el once inicial, un jugador al que el club le ha comunicado que no cuenta con él, y no ver a Elady (poco después el club aclaró el porqué de su ausencia), aun así la presencia de Abalo me llamó mucho la atención. Después, mirando un poco más detenidamente, me di cuenta de que Ayala no estaba ni siquiera entre los convocados, sobre lo cual el club no hizo aclaración alguna y a mí, después de haber sido el central más utilizado en pretemporada junto con Moisés me suena, cuanto menos, raro, máxime cuando el entrenador en la rueda de prensa postpartido dijo que su ausencia se debía a una decisión técnica.

Volvíamos al estadio para presenciar de nuevo un partido oficial después de haber acariciado las mieles del fútbol profesional y en él pude comprobar detalles como que la megafonía suena más fuerte, que el césped ha durado poquito para el dineral que ha costado, que en el descanso no se puso la lona gigante del CMVC en el centro del campo, ni salieron los coches de Huertas Auto al césped, ni se hicieron los lanzamientos a portería por parte de los chavales, ni siquiera calentaron los suplentes de ambos conjuntos. Me pareció algo desolador. La gente estaba, estábamos, presente en cuerpo pero parece que no el alma. Tuve la sensación de que todos, y digo todos, seguíamos aún medio de vacaciones. Hubo bastantes momentos de silencio en la grada que me parecieron verdaderamente inquietantes e incómodos. Sólo en el tramo final, ya cuando el equipo iba a por el partido a la desesperada parece que todos despertamos un poco de ese letargo en el que parecíamos estar inmersos.

El partido comenzó de la peor manera posible, con un Cartagena totalmente fuera de ritmo y un filial granadino enchufadísimo, ejerciendo una presión alta que sorprendió a los de Munúa. Cordero tuvo que realizar una falta nada más comenzar el encuentro porque uno de los chavales se iba sólo a puerta para hacer el 1-0, vio amarilla. Poco después, en la siguiente jugada, el Granada consiguió anotar el primero. Bufff, ¡menudo comienzo de temporada! Las comparaciones pronto aparecerán. Llegó el empate en un arreón del Cartagena pero el equipo seguía incómodo y la grada seguía fría a pesar del intenso calor.

Una falta al borde del área en contra del Cartagena supuso el 1-2, con un disparo imparable, fuerte y a la escuadra ante el que nada pudo hacer un Mario al que apenas pudimos ver en acción ya que los 3 tiros que tiraron los granadinos fueron gol. Después otro drama, Queijeiro caía lesionado de gravedad y tuvo que ser sustituido en el minuto 30, otro contratiempo para un inicio liguero negro. Su sustituto sería el joven Carrillo.

En la segunda parte el Cartagena estuvo algo más intenso aunque no era suficiente, no se veía sensación clara de peligro y las ocasiones que se generaban no pusieron demasiado a prueba al meta visitante. Un equipo visitante que aprovechó que el Cartagena estaba volcado para hacer el 1-3 a la contra. Tercera llegada y tercer gol, drama. Ya en el descuento (7 minutos dio el colegiado tras el parón para beber, los cambios y las pérdidas de tiempo) Fito Miranda, que fue el mejor del Cartagena, hizo el segundo gol (segundo también en su cuenta particular) que dio esperanzas a los de Munúa para intentar una remontada épica, estuvo a punto de llegar el empate en un par de ocasiones pero al final no pudo ser y el primer partido de liga acabó con derrota y con tres goles encajados.

Si hay algo que verdaderamente me preocupa son los goles encajados. Desde el inicio de pretemporada no ha habido ni un solo partido en el que el Cartagena consiga dejar su portería a cero, en todos los encuentros ha encajado gol y eso sí es una cosa que se debe empezar a trabajar muy en serio desde ya. Siguiente objetivo: portería a cero.

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